Joel Parkinson
Las crónicas del campeonato del año 1999 describieron el surf desarrollado por Joel Parkinson como elegante, agresivo y seguro. Durante los cuatro días de campeonato supo combinar maravillosamente su estilo innovador con las maniobras clásicas. De hecho no fue extraño verle en la misma ola un bottom de fábula y un aéreo increíble. Pero además, Parko demostró poseer ese don especial que sólo tienen contados surfistas: su capacidad de entrar en sintonía con el océano, un feeling que le hace conocedor del ritmo, tamaño y posición por dónde entrarán las mejores olas. Lee el mar como pocos. Se vió en su primera manga, en la que empezó con un tubazo y un aéreo reverse caído a la perfección. Y se vio en otras siete, además de en la final. Tal y como afirmó Sarge, desde la aparición de Occy, Parko ha sido el surfista australiano más impactante que ha surgido de esa inagotable y fantástica cantera.
“Yo simplemente surfeo la ola como me viene. Si la ola presenta una sección con tubo, me entubo. Si presenta una buena sección para un aéreo, voy a por el aéreo. Sino consigo ni el tubo ni el aéreo no pasa nada. No me interesa repetir la misma maniobra cien veces hasta la orilla.”
“Pantín es un sitio precioso. Muy parecido a Australia por los eucaliptos. Me siento como si estuviese en casa. Bueno, …, vuestro verano es como nuestro invierno.”
Shane Powell (Australia), Yuri Sodre (Brasil), Joel Parkinson (Australia) y Paul Canning (Sudáfrica) protagonizaron la final de mayor nivel de toda la historia del evento. En la foto un Joel Parkinson exultante, que venía de ganar el CT de Jeffreys Bay, y que a los pocos días de ganar en Pantín lograría el título de campeón mundial junior, alza la bandera de su país.